¿Actores o espectadores? Las dos caras de un mismo espectáculo
José Ramón Luna Cerdán
Desde siempre, he conocido personas que han preferido ser espectadores y otras que han sido actores vocacionales. Algunas personas prefieren ver deporte en televisión y otras practicarlo. Algunas personas van al teatro pero no serían capaces de subirse a un escenario y otras, por el contrario, se motivan cuando están ante el público. Hay gente de acción y gente de observación.
De forma general, hay personas que ven lo que pasa a su alrededor y se dejan llevar por la corriente de los acontecimientos y hay otras que prefieren tomar las riendas de sus decisiones y ser parte activa de su presente y, en consecuencia, de su futuro. Y esto pasa tanto a nivel personal como profesional.
Los espectadores están siempre “vendidos” a las circunstancias. Dependen del entorno para conocer los resultados que se producen. Que no falle la televisión, que no se suspenda el espectáculo, que haya entradas libres, que permitan la entrada. La única decisión a tomar es querer verlo. A partir de ahí, el resultado gustará más o menos, pero no existe una posibilidad de intervención. El espectador poco o nada tiene que ver con el resultado que se produce.
Son los actores los que, con su buen o mal hacer, con sus decisiones y comportamientos, provocan un resultado u otro. Son realmente los dueños del destino. Las cosas podrán ir mejor o peor, pero habrán intervenido y habrán decidido. Serán responsables. Ante unos resultados por debajo de los esperados, podrán aprender, corregir y mejorar, lo que facilitará la consecución de mayores éxitos en el futuro.
El futuro poco o nada tiene que ver con los espectadores. Sin ser parte activa, sin tomar decisiones, sin actuar, no se puede influir en el resultado. El futuro del espectador estará condicionado por la calidad de los espectáculos que quieran desarrollar los actores. ¿Y si no nos gustan los futuros espectáculos?.
La responsabilidad de la persona tiene que ver con la habilidad para responder ante las circunstancias y eso implica actuar. Si quieres conseguir un determinado nivel de desarrollo, unos objetivos concretos o, simplemente, tu nivel deseado de calidad de vida, comienza por intervenir desde hoy. Toma parte en las decisiones que afectan a tu realidad y a tu futuro. Actúa a pesar de las circunstancias. El entorno y las circunstancias son los que son pero lo que tu hagas, lo que tu decidas y tu actitud depende exclusivamente de ti. Ten en cuenta que los resultados son siempre fruto de las actuaciones.
Cuando trabajo con empresarios, emprendedores y directivos instalamos esta creencia desde un principio. Pienso que es la base de todo lo demás. Aceptar el Desafío del autodesarrollo es clave para conseguir logros.
Ver espectáculos, asistir a representaciones está bien, es recomendable e incluso divertido. Pero que el espectáculo no sea tu propia vida. En este toma la posición de actor principal y así gobernarás tu éxito.
José Ramón Luna Cerdán Socio Director http://www.desafiocoaching.com/ Facebook – Linked In – Twitter – Xing