Cómo sobrevivir con el “saber hacer” y el “hacer saber”
Por David Carrascosa Mendoza
Pericles implantó la Democracia como forma de gobierno en el Siglo V antes de Cristo. Esa forma de gobierno les condujo a la gloria cultural que tuvo como icono el Partenón, monumento levantado sin usar esclavos. Esa época de esplendor se alcanzó no sólo por la sabiduría de un líder, sino también por la de los ciudadanos que participaron activamente en alcanzar los logros. Hoy las empresas también deben desafiar continuamente su saber hacer, para revitalizarlo, actualizarlo y sobrevivir, pero ¿cómo se hace?
Tanto en la empresa como en el individuo, ya no es suficiente con tener un “saber hacer” (know how) desarrollado por la suma del conocimiento con la experiencia y la práctica, se necesita mucho más. Hace falta generar un ciclo permanente en el que desafiemos a nuestro saber hacer para que se revitalice y se actualice, generándonos un valor añadido en nuestra organización empresarial que repercutirá en un mejor posicionamiento ante los clientes y, en consecuencia, en una forma de sobrevivir ante la “selección natural” de una nueva época a la que ya hemos entrado por una puerta llamada crisis.
Los tiempos en los que las empresas se limitaban a enseñar formación hacia abajo en la jerarquía ya han pasado y los que siguen en esa tesitura están empezando a quedarse allí, en el pasado. Ahora el saber hacer fluye desde la empresa hacia los empleados a modo de formación constante y retorna hacia la empresa en la forma de información y sugerencias nacidas de la experiencia real de su aplicación, allí los responsables de estrategia analizan las experiencias aportadas y actualizan el saber hacer que vuelve a fluir actualizado por los circuitos internos. Podríamos decir que el “saber hacer” se alimenta del “hacer saber” para así sobrevivir.
Las empresas que mejor se están adaptando a los nuevos tiempos son las que además de a los empleados, incorporan en este ciclo a sus clientes, interesándose por su experiencia de compra y aceptando sus sugerencias de mejora. Hoy día las nuevas tecnologías permiten mantener la relación empresa-cliente más viva y dinámica que nunca. En este tipo de cuestiones no existen estándares, es preferible desarrollar el planteamiento de forma personaliza para cada empresa, considerando todas las influencias, desde su propio personal hasta la competencia, pasando por la forma de llegar a los clientes. Para ello puede consultar con empresas especializadas en comunicación publicitaria y marketing panorámico, hoy día la externalización permite incluso a las pequeñas empresas acceder a estos servicios a precios razonables.
Además, para sobrevivir como empresa, esta combinación de “saber hacer” y “hacer saber” también debe contemplar cómo usar la comunicación al hacer publicidad y cómo enfocar el marketing panorámico al planificar, para así “hacer saber” a tu cliente los beneficios que le reportará el “saber hacer” de tu empresa. Del mismo modo que una empresa no puede carecer de contabilidad y sobrevivir, tampoco llegará lejos si carece de marketing y publicidad planificados a su medida.
David Carrascosa MendozaAnalista de estrategia mercantil, escritor y articulísta.
El método CLAVE®
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