Consejos para venderse a uno mismo en un proceso de selección
España, agosto de 2023
Todo el mundo sabe que afrontar una entrevista de trabajo es un momento transcendental, en el que hay que dar lo mejor de uno mismo, tanto en el ámbito profesional como personal. Pero ¿cómo transmitir todos esos conocimientos y fortalezas para ser el candidato ideal para el puesto ofrecido? Para ello, SelectaPyme, consultora cuya misión es la identificación del talento y el desarrollo del capital humano en las PYMES, reflexiona sobre los aspectos clave que valoran las empresas en los procesos de selección.
Para afrontar una entrevista de trabajo con éxito, el profesional deberá exponer su formación académica, experiencia y habilidades de forma clara y precisa, así como su capacidad de adaptación y resiliencia, ante un entorno empresarial tan cambiante como el actual, donde las soft skills son muy demandadas.
Otro aspecto fundamental es mostrar el entusiasmo que el candidato siente por la empresa y su imagen de marca, así como su capacidad de aportar nuevas ideas y hacer de cada excepción una oportunidad de negocio. Para ello, el candidato deberá informarse sobre la empresa, su sector, las tendencias de mercado… así como conocer el estilo de compañía, sus valores y misión que, generalmente, suelen estar publicados en su web y otros aspectos relevantes de la propia compañía. Se trata de generar buen clima, transmitiendo seguridad y transparencia. “Ir bien preparado y conociendo la empresa transmite interés, proactividad y ayudará a entender el entorno de la entrevista”, indica Ana Palacios, Directora General de SelectaPyme.
Un buen profesional debe transmitir al entrevistador su compromiso, tanto con la empresa como con el cliente, mas aún cuando, a día de hoy, la Experiencia de Cliente es prioritaria en la mayoría de las compañías.
Respecto a sus cualidades personales, deberá ser creíble, presentar una imagen pulcra y demostrar, en su justa medida, una gran inteligencia emocional. La directora de SelectaPyme, afirma: “el departamento de recursos humanos tratará de encontrar un profesional asertivo, empático, dinámico, convincente, flexible y constante; un negociador preparado para encontrar siempre una alternativa válida; atrevido y, a su vez, paciente; que sepa escuchar… Es necesario hacer un ejercicio de introspección, reconociendo nuestras fortalezas y las áreas de mejora”.
En esta misma línea, Ana Palacios subraya que todas estas cualidades que caracterizan a un buen profesional se obtienen de su experiencia pues, “su actitud ante los nuevos retos, su capacidad para aprender y la constancia en su trabajo le ayudarán a desarrollar habilidades, que se traducirán en el alcance de los objetivos establecidos”.
Sin embargo, más allá de la formación académica y aptitudes, el responsable de la entrevista también estimará otros aspectos igualmente decisivos. Un ejemplo de ello, son las aficiones como el deporte, la lectura, la música… De esta forma, se podrá extrapolar valores como la superación, el compromiso, la competitividad, sensibilidad por ciertos temas, capacidad para argumentar ideas, entre otros… “A veces puede ser interesante leer el currículo de abajo a arriba”, matiza Ana Palacios.
Cobra especial relevancia la forma de expresarse, en la que el seleccionador evaluará el tono del aspirante, cómo muestra sus ideas, si son de forma clara sencilla o todo lo contrario, así como utilizar un lenguaje inclusivo, que demuestre que se está abierto a la diversidad de cualquier tipo y se es altamente flexible. Por otra parte, lenguaje no verbal como las posturas, el movimiento de las manos, las miradas o expresiones de la cara durante la entrevista, pueden ofrecer información relevante, que de alguna manera ayudan a la empresa a decantarse por un candidato determinado.
Para la directora general de SelectaPyme “todo profesional debe estar dispuesto a autoevaluarse constantemente, tener claro sus objetivos y, antes de asistir a una entrevista, preguntarse ¿qué puedo ofrecer? Quizá sea una de las claves para obtener el puesto de trabajo deseado”. Si el candidato tiene algo que preguntar, deberá plantearlo al final de la entrevista. “La asertividad es bienvenida siempre”, concluye Ana Palacios.