El caso de las misteriosas marquesinas
Un buen día, a finales de la década de los 70 o muy a principios de los 80, Madrid amaneció “inundado” de unos misteriosos anuncios. Las marquesinas de autobuses de la EMT, en las que hasta entonces nadie había reparado, lucían la imagen de un extraño objeto junto a una breve descripción y un eslogan: «OBJETOS IMPOSIBLES». Para añadirle más suspense al asunto, debajo, en pequeñito, se podía leer el nombre de un tal «Jacques Carelman»; un total desconocido para la mayoría de los madrileños, habida cuenta de que en aquella época no existía Internet. LEER MÁS →
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