El sector asegurador debe ser el primero en anticiparse al futuro
El entorno económico-social actual presenta unos escenarios impensables hace años. Por un lado, con cambios relevantes en el panorama internacional, protagonizado principalmente por la aprobación del BREXIT en Reino Unido y la victoria Trump en Estados Unidos, que plantean economías más proteccionistas a todos los niveles en el futuro y que, sin duda, tendrán consecuencias para el resto del mundo. Por otro lado, a nivel nacional, se ha producido un cambio relevante en la formación del Gobierno, a raíz de las últimas elecciones, en el que para la toma de decisiones será necesario un consenso entre distintos partidos, para puntos tan transcendentales como el futuro de las pensiones.
Para Olga Gallego, Principal de Applied Viability, “las compañías y resto de actores del sector seguros deberán estar preparados para adaptarse a los cambios continuos, ya que la actuación de hoy de todos, definirá el futuro del sector. La adecuada evolución de las compañías en las áreas de producto, distribución, tecnológico y regulatorio, les permitirá seguir actuando en un mercado competitivo y la inversión que hagan para adaptarse a ello tendrá el correspondiente retorno, dado que a la larga será algo requerido por consumidores y por reguladores”.
Con respecto a los productos aseguradores, vemos que las cifras de crecimiento de primas han sido buenas en 2016 y son optimistas para 2017. La evolución en este campo se encuentra tanto en la definición de productos, ya que siempre existirá la innovación en oferta y nuevas demandas de consumidores, como en la forma de contratar y gestionar los mismos. Por ello, es importante que el sector aproveche los nuevos medios disponibles, tanto tecnológicos como de información, para conseguir innovar y crear productos que satisfagan las necesidades de los clientes, que cubran sus riesgos y se puedan contratar y gestionar de una forma rápida y segura.
Con relación a la distribución nos encontramos con un mercado en el que la mayoría de los productos se comercializan a través de canales tradicionales de agentes y corredores, con un alto volumen gestionado a través de bancaseguros. Según Olga Gallego, “ya existen nuevos canales para distribución y gestión de productos como internet y dispositivos digitales que abren nuevas vías de comercialización, tanto en bancos como aseguradoras. La banca seguirá con la transformación iniciada ya en su modelo, con fusiones, cierre de sucursales y salidas de empleados, que hará replantearse la vía utilizada para acceder a clientes, existiendo entidades bancarias que ya tienen en un modelo de distribución basado en dispositivos digitales. Este modelo digital debería ser algo extrapolable a las compañías, pasando de un asesoramiento presencial, a un modelo mixto con un asesoramiento presencial para los clientes que así aún lo deseen, combinado con un asesoramiento digital”.
Teniendo en cuenta este panorama de cambio en la demanda por parte de los consumidores, las compañías deben adaptarse a la nueva realidad tecnológica tanto para comercialización como para gestión de carteras. Así en términos de creación de productos, las aseguradoras dispondrán de una gran información que hasta hace poco no estaba a su alcance, y dispondrán de herramientas para gestionarla y crear una oferta de productos a la medida, lo cual permitirá a éstos contratar de forma personalizada por las coberturas y servicios necesarios.
La digitalización servirá como herramienta para generar la oferta, la venta y proyectar una imagen de la compañía al mercado, y también se deberá convertir en una pieza clave para la gestión. No solo hay que integrarla en la venta, sino también en la postventa para interactuar con los clientes en todas las fases, e integrarla dentro de todos los procesos operacionales y de gestión de la compañía, generando procesos ágiles y sencillos que minimicen los costes.
En el ámbito regulatorio, tanto en Banca como en Seguros, se está asistiendo desde hace años a una serie de cambios regulatorios, cuyo objetivo principal es valorar el capital necesario para afrontar los posibles riesgos. “Sabemos que, si conseguimos mejoras en la gestión de los negocios, mejoraremos esos ratios. Por ello, otro de los retos a los que se enfrenta el sector sería la mejora en la gestión y con ello una mitigación de riesgos”, matiza Gallego.
Dentro de los riesgos a los que se enfrenta el sector, hay un riesgo latente al que hay que prestar especial atención, y es el derivado de la utilización de la tecnología. Al abrirse un nuevo horizonte de comercialización y gestión por su uso, las compañías deberán estar preparadas para vigilar los riesgos que se puedan producir en materia de seguridad, protegiéndose y evitando ataques o fugas de información.
La directiva de Applied Viability concluye, “el entorno económico y las compañías están en plena evolución. Como sector, debemos seguir innovando, creando productos y ofreciendo servicios que satisfagan las necesidades de nuestros clientes, a través de canales de distribución existentes y de las nuevas vías que se abren y, para ello, aprovecharemos la tecnología disponible y la información, realizando los cambios necesarios para poder dar respuesta a esta nueva realidad que ha llegado”.