La Letra de Doctor, el Vademecum y las Técnicas de Ventas
Por Luis Roco C.
La Letra de los Médicos ha dado siempre que hablar. Pese a que hay muchas excepciones, es una especie de tradición. Es algo que damos por hecho, una costumbre galena en la que muchas personas y entidades han tratado de explicar.
Pero analicemos, ya que muchas veces los nombres de los remedios escritos o de los procedimientos médicos son en sí mismos complejos. Pareciera ser que en los laboratorios usaran una juguera para crearlos. Sin embargo, los farmacéuticos los entienden, porque muchas veces terminan relacionando a diario la primera vista de estos.
¿Imaginan la responsabilidad que hay detrás de toda receta? Muchas veces una adecuada lectura de éstos asegura un buen resultado en el tratamiento. ¿Sería lo mismo escribir las recetas con letra imprenta? Probablemente igual habría una complejidad. Ya sea por el poco tiempo, porque hay muchos pacientes que atender, o simplemente, por voluntad. El descifrar estos temas va de la mano con cierta responsabilidad, ya que si descifras mal este “puzzle” podrías verte en problemas.
Estamos hablando de la vida de las personas, que es el bien que más debemos proteger. Pero, ¿Cómo será la Agenda de un Doctor?, ¿Cómo será su Diario de Vida?, son buenas preguntas.
Muchas veces las técnicas de ventas distan mucho de serlas. Pero realmente no es tan así, ya que a veces hay que utilizar la capacidad del farmacéutico, que es fijar un 100% de atención, leyendo entre líneas y teniendo los antecedentes suficientes para tomar la decisión correcta. En algunas oportunidades las personas complicamos los temas que estudiamos, a tal punto que después no los entendemos.
Es entonces cuando nos quejamos de lo complejo y complicado de la materia. Hay personas que tienen capacidad de hacer las cosas simples, y otras, todo lo contrario, confunden y ponen un matiz de poco asertivismo.
Detrás de cada técnica que podamos desarrollar va a estar nuestro propio punto de vista, entendiendo de que cada uno de nosotros tiene una percepción distinta de ver y descifrar la receta. Todo dependerá de nuestros conocimientos anteriores.
Antes de poder leer una receta es necesario informarse de los remedios disponibles. Quizás tienen una conformación lógica que no sabemos, a menos que la “juguera” mezcle por azar estas futuras etiquetas. Pero vayamos más allá.Si leemos los ingredientes de estos complejos productos también encontraremos el mismo tipo de mensajes.
Entonces, el problema es más profundo y lo que vemos a diario, es la punta del iceberg. Tampoco podemos exigir que las recetas sean escritas con letra Arial Bold, para evitar futuros problemas. Este tipo de costumbres pasan a ser una tradición, lo que significa que son difíciles de cambiar.
El Buen Vendedor debe tener presente estos factores para ofrecer sus productos. Cuando las características técnicas de nuestros productos son bien conocidas por nosotros y no por los clientes no podemos “hacer una receta” rápida e improvisada.
El buen ofrecimiento del producto es esencial en la toma de decisiones. Si usáramos una “juguera” para crear nuevas técnicas de ventas y formas de vender puedo asegurarles que el resultado final no sería optimo. Pero es el resultado el que nos interesa, es el cumplimiento del objetivo el que nos permitirá crecer y seguir creciendo.
Luis Roco C.
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