La moda española triunfa en París
La moda española triunfa, se impone y crece de manera espectacular en París y Francia, que se han convertido en el primer mercado “nacional” para todos los grandes de la creación, Zara, Mango, Desigual, seguidos de una “nueva ola” de creadores comoBimba & Lola, Suiteblanco o Nice Things, que comienzan a “barrer” a paso de carga.
Jean-Jacques Salaün, director general de Zara, en Francia, declara a «Le Figaro»: “Si se triunfa en Francia y en París, sobre todo, que es un mercado exigente y capital de la moda, ese triunfo es muy útil para abrir nuevas implantaciones”.
La moda es el “motor” de la “guerra comercial”, que también tiene una lógica económica implacable: el mercado español está sufriendo los efectos devastadores de la crisis, con una caída espectacular de las ventas. Primer cliente comercial de España, Francia, se ha transformado automáticamente en el mercado natural y “nacional” del textil y los creadores españoles.
Zara sigue siendo el líder absoluto, con más de 120 tiendas en todas Francia, y un crecimiento del 8 al 18% anual en todos los puntos estratégicos, comenzando por París, que se ha convertido en uno de los primeros puntos de venta mundiales de la gran firma gallega.
El «trío de ases» de la moda nacional
Zara, Mango y Desigual son el “trío de ases”de una moda española, internacional, cosmopolita, dirigida al gran público, con muchos matices propios y distintos, de marca, estilo y públicos diferentes. El aspecto económico de su crecimiento es una evidencia. Pero la ropa “económica” no sería nada sin una moda rabiosamente actual e internacional, muy agresiva.
En el terreno de la creatividad, nuevas firmas españolas, gallegas y catalanas, esencialmente, han comenzado a convertir París en la esquina estratégica de su implantación internacional. Es el caso de firmas como Bimba & Lola, Suiteblanco y Nice Things. Las tres tienen algo profundo en común: moda menos generalista y más sofisticada, dirigida a públicos jóvenes con un poder adquisitivo ligeramente más alto. Se trata de un fenómeno económico y cultural de fondo.
En el terreno económico, la creatividad de la industria textil está consumando una pacífica revolución comercial. Las exportaciones de Zara, Mango y Desigual tienen una importancia significativa en la creación de riqueza y mantenimiento de puestos de trabajo.
El fenómenos cultural quizá esté menos estudiado. La creatividad industrial, la creación de moda cosmopolita, capaz de venderse enParís, en Nueva York, en Tokio, en Pekín o en Berlín, convierte a los creadores artísticos y económicos en pacíficos “revolucionarios” creadores de riqueza individual y colectiva.