La venta de vehículos eléctricos dependerá principalmente del acceso a cargadores ultra rápidos
El objetivo es tener una autonomía de 600 km, con una carga no superior a 10 minutos
España, diciembre de 2022
Está comprobado que la utilización del vehículo eléctrico significa una mejora sustancial en el medio ambiente, al producir menos ruido en las calles, conllevar un ahorro energético y económico (100 km aproximadamente suponen un gasto de un euro), a lo que se añade que su mantenimiento es casi inexistente y numerosas ciudades premian su uso con privilegios en el aparcamiento y en la reducción de impuestos.
Aunque las ventas se han incrementado, su volumen sobre el total del parque automovilístico es todavía muy bajo, apenas llega al 2% de matriculaciones en España. Para Jofel Carregui, director general de Energer, la respuesta a este bajo índice está vinculada a tres aspectos fundamentales, “precio elevado, existencia de pocos puntos de carga y una autonomía escasa. Ante estas circunstancias, tener un vehículo de estas características puede ser sinónimo de dificultades, a menos que se invierta en dar soluciones, más aún con la prohibición en el año 2035 en el que no se matricularán furgonetas o turismos nuevos de combustión”.
Si bien en el territorio español se dispone de puntos de carga, estos son en su mayor parte de carga lenta, lo que se traduce en que el vehículo debe quedarse estacionado horas para lograr un 100% de su capacidad, produciendo un bloqueo ineficiente del cargador que afecta a la utilidad final para el usuario.
Por ello, para aumentar el número de coches eléctricos en el parque automovilístico español, es necesario disponer de una adecuada y eficaz infraestructura de cargadores rápidos, con una amplia cobertura a nivel nacional, que debe contar con el apoyo y las inversiones adecuadas para hacer realidad un medio de transporte más eficiente y sostenible como es el eléctrico.
En este contexto, es prioritario un nuevo marco normativo enfocado a que se reduzcan los costes de acometida y mantenimiento, que agilice la instalación de estaciones de recarga y dote a las ciudades de herramientas para facilitar el desarrollo de estas infraestructuras.
Asimismo, el Gobierno de España debe aumentar los actuales paquetes de ayuda a las instalaciones e incrementar las subvenciones y ayudas a las empresas eléctricas, para ampliar y mejorar la red española, su producción y su investigación, si quiere que se cumpla el plazo de no permitir la circulación de vehículos de combustión en 2050.
Por lo que respecta a los fabricantes de automóviles, Jofel Carregui concluye indicando “creo firmemente que todos los fabricantes deben incorporar tecnología de carga rápida en corriente continua en sus vehículos. De no ser así, limitan la posibilidad de disponer de estos vehículos, por muchas campañas de concienciación de respeto al medio ambiente que se hagan. El objetivo es tener una autonomía de 600km, con una carga no superior a 10 minutos”.