Por un 2011 en buena compañía
José Ramón Luna Cerdán
Comienza un nuevo año y son muchos los proyectos a emprender y los objetivos a cumplir, tanto a nivel personal como profesional. ¿Quién no se ha planteado cuestiones como adelgazar, dejar de fumar, formarse en algo concreto u obtener algún título, montar un negocio o cumplir determinados propósitos en el ámbito del trabajo?.
Son buenos momentos para hacerse estos planteamientos y cualquier otro porque tenemos todo el año por delante para cumplir con nuestros sueños y deseos.
A la hora de ponernos en marcha en el camino hacia nuestros objetivos, podemos plantearnos ir solos o acompañados por familiares, amigos, compañeros o, simplemente, conocidos. Hagamos el planteamiento que hagamos, la realidad es que nuestra vida está ligada a otras personas en todos los ámbitos. Queramos o no queramos, estamos obligados a interactuar con otras personas. Nuestro mundo es un mundo de relaciones.
En los momentos malos, en las celebraciones, en las crisis y en los tiempos de bonanza, hay siempre personas con las que nos relacionamos, para lo bueno y para lo malo. Nuestras relaciones son muchas veces un sólido punto de apoyo para conseguir nuestras metas pero en ocasiones, también pueden suponer un freno. Sea como sea, no cabe duda de que son muy importantes. Yo diría incluso que necesarias.
Abraham Maslow, autor de una de las escalas de la motivación más famosas en la actualidad (la pirámide de necesidades de Maslow), ya señala que las personas necesitan relacionarse. Una vez superadas las necesidades básicas y de seguridad, aparecen las necesidades de afiliación y pertenencia y las de estima, que incluye el respeto de los demás. El ser humano es un ser social y, salvo algún que otro ermitaño, necesita relacionarse con otros seres humanos para avanzar.
Por tanto, parece que las relaciones son importantes. Además, no está mal contar con buenos amigos y personas alrededor nuestro, ¿verdad?. Plantéate tus relaciones como un área en la que tienes que trabajar y que tienes que mejorar día a día y establecerás vínculos que te proporcionarán beneficios tanto a nivel personal como de cumplimiento de tus objetivos. Tener contactos, cultivarlos y consolidarlos te ayudará en todos los ámbitos de tu vida. Nuestra sociedad se mueve a base de contactos. Además, contar con unas relaciones sólidas y fructíferas te aportará un considerable equilibrio interno y una gran satisfacción.
Y, ¿cómo trabajar este tema de las relaciones? Básicamente como un proceso de tres fases:
1. En primer lugar, selecciona con quién quieres establecer relaciones sólidas este año para los diferentes ámbitos de tu vida. Haz una lista con nombres y apellidos de las personas con las que consideres interesante fomentar, impulsar y consolidar tu relación. Piensa en familiares, amigos, compañeros, conocidos e, incluso, personas que en este momento no conoces pero consideres interesante conocer.
Dentro de esta selección, identifica también las personas con las que mantienes relación en la actualidad y no te aportan demasiado a nivel personal o profesional, hasta el punto que puedes decidir distanciar e, incluso, abandonar esta relación. Recuerda siempre clasificar a tus contactos para los ámbitos en los que mantienes la relación (personal, profesional, etc.).
2. Una vez identificadas las personas con las que trabajarás tu relación, diseña un plan que te permita acercarte a las personas que te interesan pero que todavía no conoces. Establece citas y reuniones o desarrolla eventos de diferentes tipos e invita a estas personas. Piensa en lo que tú puedes aportar a estas personas y ofrécelo. Piensa que a las personas nos gusta juntarnos con personas en las que podemos encontrar apoyo y con las que podemos compartir tristezas y alegrías, éxitos y fracasos.
3. Define un plan de seguimiento y consolidación de tus relaciones, tanto de las nuevas que consigas como de las que ya tienes en este momento y te interesa fomentar. Las relaciones tienen vida propia y, como todo ser vivo, nacen, crecen, se reproducen y pueden llegar a morir prematuramente si no se cuidan. Piensa y establece mecanismos de comunicación periódica con las personas con las que has decidido que quieres consolidar una relación positiva y a largo plazo. La idea clave: que no pase demasiado tiempo sin que tus contactos a fomentar sepan algo de ti. Utiliza la tecnología, el teléfono y, por supuesto, el contacto personal. Ya sabes aquel refrán español que dice “el roce hace el cariño y la distancia el olvido”.
¡Por un 2011 en buena compañía!!
José Ramón Luna Cerdán Socio Director http://www.desafiocoaching.com/ Facebook – Linked In – Twitter – Xing